martes, 8 de mayo de 2012

Reproducción de dendrobates, por Gaua

Ahora que ya sabemos cómo cuidar y alimentar a nuestras dendrobates, quizás nos sorprendan con el milagro de la reproducción. Que estas pequeñas ranitas se reproduzcan en nuestro terrario es el mejor indicio de que están a gusto con las condiciones en las que las mantenemos, y que además han encontrado su pareja ideal y un sitio adecuado para poner sus huevos.

Las dendrobates son anfibios, y por tanto, deben pasar por la etapa de renacuajo después de eclosionar el huevo. Los renacuajos son totalmente diferentes a las ranitas adultas: son acuáticos, respiran por branquias y se alimentan casi de cualquier cosa, son omnívoros. El proceso por el cual se terminan convirtiendo en una preciosa ranita terrestre tendremos la suerte de poder disfrutarlo en este artículo.

Son tantas y tan diferentes las especies de dendrobates, que sería interminable hablar específicamente de cada una de ellas. Así que usando algunas como guía para la identificación de sexos, mencionaremos las características más importantes de la reproducción de cada grupo. Que lo disfrutéis.

Renacuajos de Ranitomeya ventrimaculata, que ya empiezan a tomar color.



1. DIFERENCIACIÓN DE SEXOS EN DENDROBATES.

Sexar dendrobates no siempre es una tarea sencilla. Esto se debe a que las diferencias sexuales externas se suelen presentar cuando los animales alcanzan determinada edad, no cuando son aún juveniles.

En algunas dendrobates, como D. galactonotus y las del género phyllobates, incluso tratándose de individuos adultos es realmente difícil sexarlas, pues tanto machos como hembras tienen un aspecto similar.


1. EL CANTO DE LAS DENDROBATES.

Si exceptuamos las diferencias externas, existe una premisa que nos sirve para sexar cualquier dendrobates con total seguridad: "SI CANTA, ES MACHO" y no hay ninguna duda. Efectivamente, únicamente los machos cantan; así que si vemos a una dendrobates cantar (inflando su saco vocal situado en la zona de la garganta) podemos estar seguros de que se trata de un macho. No siempre las especies de dendrobates más grandes son las que más alto cantan; de hecho, las grandes D. tinctorius suelen cantar muy bajito, más que un canto es un "bzzzz", casi idéntico al vibrador de un móvil, mientras que las pequeñas Ranitomeya imitator tienen un potente canto mucho más audible, similar al de un pájaro o un grillo. Las Oophaga pumilio tienen también un canto mucho más vocal, similar al trino de un pájaro, que repiten durante varios segundos. Sin embargo, otras pequeñajas como la Ranitomeya ventrimaculata tienen un canto muy bajito, similar al "bzzzz" de las tinctorius.

Escucha el potente canto de nuestro macho de terribilis:
 










En cuanto al horario en el que suelen cantar las dendrobates, varía mucho dependiendo de la especie que se trate. Como son ranas diurnas, nunca cantan por la noche; algunas lo harán únicamente durante el día, mientras que otras preferirán cantar al amanecer y al anochecer, incluso tras apagarse las luces; descansando durante las horas centrales del día.
Algunas, como R. ventrimaculata y D. tinctorius, pueden preferir hacerlo justo al anochecer, nada más apagarse las luces del terrario. Las R. imitator, sin embargo, suelen cantar durante todo el día, descansando a mediodía.

Pero sólo cantará un macho que haya alcanzado la edad reproductiva: esto puede ser a partir de 1 año de edad en D. tinctorius y auratus, mientras que dendrobates longevas como las P. terribilis suelen empezar a reproducirse mucho más tarde, a partir de los 2 años.
Las arborícolas pequeñas alcanzan la edad reproductiva mucho más pronto que las terrestres, y también a cantar. Una de mis crías de R. imitator empezó a cantar a los 4 meses. Así que generalmente y salvo excepciones, las pequeñas arborícolas que compremos ya serán adultas, a diferencia de las terrestres, que se suelen vender en etapa juvenil porque son más baratas.

Un macho dominado (en especies en los que los machos sean territoriales) no cantará en presencia del macho dominante; será preciso que estén separados para que él también empiece a cantar. En las especies no territoriales, pueden convivir varios machos cantando en un mismo terrario.

Macho dominante de R. Imitator "red" cantando. A pesar de su tamaño, tiene uno de los cantos más llamativos entre las dendrobates.


2. COMPORTAMIENTO DOMINANTE Y TERRITORIAL.

Existen dendrobates con comportamiento territorial hacia miembros de su misma especie. Esta territorialidad se suele ver sobre todo entre machos, pero también se puede observar entre hembras.

Las dendrobates juveniles de todas las especies no sólo conviven perfectamente sin disputas, sino que además es recomendable en muchas ocasiones, mantenerlas en grupo (más de 2 ejemplares) para que se sientan más a gusto. Buscarán la compañía de las jóvenes de su especie y se sentirán más tranquilas a la hora de desenvolverse por el terrario y al alimentarse.

Sin embargo, cuando alcanzan la edad reproductora y los machos empiezan a cantar, puede comenzar el comportamiento territorial. Dos machos adultos pueden llegar a pelear físicamente por el territorio y aunque las hembras suelen tolerarse entre sí, también ellas pueden llegar a pelear duramente por el macho reproductor.

Según el comportamiento territorial, os voy a mencionar algunos ejemplos:

 
a.) Escaso o nulo comportamiento territorial:

Estas dendrobates no sólo pueden vivir sin problemas en grandes grupos, sino que en ocasiones desovan juntos varios machos y varias hembras, como por ejemplo, Ranitomeya ventrimaculata.

Otras especies poco territoriales, como las Phyllobates pueden vivir en grupos, varios machos y varias hembras, sin ninguna disputa ni problemas a la hora de comer, aunque los machos adultos evitarán permanecer en el otro lado de la "línea invisible" que delimita el territorio de descanso de otro macho, así no hay disputas. Las hembras no tienen ningún tipo de agresividad y además pueden pasar sin problemas entre los territorios "invisibles" de los machos. Así que en estas especies, su comportamiento no nos sirve para sexarlas, pues son muy poco o nada territoriales.


b.) Comportamiento territorial:

Existen especies territoriales, como por ejemplo casi todas las terrestres grandes y muchas arborícolas pequeñas (R. variabilis, E. tricolor, R. fantastica, etc).

Las dendrobates carecen de armas (dientes, uñas) que les permitan herirse en las peleas, pero no por ello estas disputas son inofensivas. He visto videos de peleas entre auratus machos hasta el punto de acabar totalmente exhaustos. Como no pueden morderse o arañarse, sus peleas se basan en agarrar por detrás, montarse sobre el compañero y aplastarlo, intentando mantenerlo bajo él todo el tiempo posible. Estas peleas no provocan heridas físicas, pero no por ello son inofensivas: pueden llevar con frecuencia a la muerte al animal dominado por puro estrés, se mantendrá escondido por miedo al dominante, dejará de comer y casi seguro será víctima de parásitos. Esto lo observé una vez en el terrario de un compañero, que poseía dos hembras adultas de tinctorius brasil, y al introducir un macho adulto en el terrario, éstas (que jamás habían peleado entre sí) empezaron inmediatamente a disputarse al nuevo macho, como si fueran luchadores de sumo, lo que provocó que la perdedora se mantuviera escondida siempre (la dominante se lanzaba a por ella cada vez que la veía) y que terminara muriendo de puro estrés o víctima de los parásitos.

Así que también en este caso, el comportamiento tampoco nos sirve demasiado para sexarlas, porque puede tratarse de dos hembras peleando por el único macho, o de dos machos peleando por la única hembra; y si se llevan bien, pueden ser dos hembras, dos machos (a veces) o una pareja macho-hembra.


c.) Comportamiento muy territorial:

Éste sería el caso de dendrobates arborícolas como algunas Ranitomeya, entre ellas la Ranitomeya imitator y las del género Oophaga, que sorprenden además por su pequeño tamaño.

Si en el caso anterior habíamos comentado que era posible mantener en un mismo terrario varios ejemplares de distinto sexo dándoles un espacio adecuado (sin ser exagerados, tampoco), en el caso de las especies muy territoriales es mejor que ni lo intentemos. Los causantes de esto son los machos: no pueden tolerar la presencia de otro macho en sus dominios, en su mismo terrario. A diferencia de las escaramuzas que podía haber en el caso anterior, los machos adultos muy territoriales saldrán disparados a perseguir a los otros machos cada vez que los vean, saltarán sobre ellos y los intentarán aplastar, manteniéndolos sujetos. Esto provocará el terror del dominado, que cada vez que vea al macho líder saldrá corriendo y saltará para evitarle. El final predecible es la muerte segura del otro macho a causa del estrés.

En mi caso yo metí 4 Ranitomeya imitator adultas en el mismo terrario y no llevaban ni cinco minutos, increíble, tras oir cantar sólo a uno y ya sabía que tenía dos machos y dos hembras. El macho dominante no paró de perseguir al otro mientras que a las supuestas hembras las ignoraba o incluso se acercaba y les cantaba. Me vi obligada a separarlos en dos parejas. Y al cabo de un tiempo, el dominado me certificó que era un macho: empezó a cantar.
Pero la territorialidad llega a tal punto que yo tuve que tapar con una cartulina el cristal lateral de los terrarios porque los dos machos se veían a través de él y no sólo se perseguían e intentaban atraparse; sino que por las mañanas, el macho dominante, en vez de prestar atención a la hembra o a la comida, se pasaba todo el rato paseando por ese cristal lateral para ver si lo veía y por fin lo echaba de su vista.

Incluso en terrarios separados, en cuanto un macho empieza a cantar, el otro airado le responde, y se sitúa en la parte del terrario más cercana al sonido del otro en línea recta. Tienen un estupendo oído, y en su hábitat natural, sus territorios son más grandes que los de otras especies, y su fuerte canto (más potente que el de otras especies no territoriales) les ayuda a no acercarse demasiado al territorio de otro macho: ya lo oyen a la distancia necesaria.

Sin embargo, si tenemos dos ejemplares adultos que se llevan bien, y no hemos oído cantar a alguno de ellos, podemos estar seguros de que NO se trata de dos machos, pues ya se habrían atacado. Así que la territorialidad también nos sirve para decirnos de que podría tratarse de dos hembras o de una pareja.

Pelea de dos machos de Ranitomeya imitator. El macho dominante intentará mantener aplastado al rival todo el tiempo que pueda, hasta que éste logre zafarse.


3. DIFERENCIAS SEXUALES EN LAS DENDROBATES.

Además del canto y del comportamiento territorial (útil para sexar especies muy territoriales), en algunas especies existen diferencias sexuales externas que nos pueden ayudar a sexarlas.

Por desgracia, para algunas especies como las Phyllobates terribilis, las A. Galactonotus , las D. leucomelas , las D. auratus y alguna otra, no existen diferencias sexuales apreciables. Tanto machos como hembras son más o menos del mismo tamaño y tienen el mismo aspecto, así que sólo nos queda oírlos cantar y verlos reproducirse para asegurarnos, puesto que además las terribilis son muy poco territoriales y ésto tampoco nos sirve de ayuda.

Sin embargo, a modo general en las dendrobates podemos decir que las hembras adultas son más gorditas que los machos, sobre todo en la zona del abdomen debido a la presencia de los huevos y es muy notable justo antes de depositarlos.

También, generalmente, su tamaño de adultas es ligeramente mayor al de los machos.
 
Es muy difícil sexar Phyllobates terribilis. Hay unas diferencias muy sutiles como la forma del hocico y también el abdomen más redondito en las hembras. En esta foto, se puede ver el macho a la izquierda y la hembra, a la derecha.

Pero me gustaría hablar específicamente sobre cómo sexar Dendrobates tinctorius y dendrobates arborícolas pequeñas, que muestran claras diferencias externas propiamente dichas. Son una serie de fotos muy bonitas, y espero que las disfrutéis.








a.) Diferencias sexuales en las dendrobates tinctorius


El tamaño y la forma:

En las tinctorius, sólo cuando son adultas, las hembras son más grandes que los machos, y vistas desde arriba se aprecia que la panza es más gordita que la de los machos.

Fijaros en la vista de perfil y en el tamaño de esta hembra de tinctorius brasil adulta.

Hembra adulta de D. tinctorius "brasil".

La forma y color de las puntas de los dedos:

Normalmente, los machos de tinctorius tienen los dedos 2-3-4 (los que miran hacia el exterior) de las patas delanteras con el borde curvo, liso y redondeado. Las hembras, sin embargo, suelen tener los dedos con la punta bilobulada ligeramente, como si tuviera forma de corazón, a veces con tan sólo una levísima hendidura.

También me he fijado en otro rasgo, que al menos en todas mis tinctorius y en todas las que he visto personalmente, se cumple: los machos presentan las puntas de los dedos de las patas delanteras más claras que las de las hembras. A veces la diferencia es evidente (tuve una hembra que las tenía azul oscuro), otras no es tan obvia, pero en todos los casos, los machos tenían las puntas bastante más limpias y claras que las de las hembras, aunque las de éstas fueran claras también.

Si observamos esta comparación fotográfica de la pata delantera de una hembra (izquierda) con la de un macho (derecha), podemos distinguir fácilmente lo que hemos comentado antes. Primero, observad cómo las puntas de los dedos del macho son ligeramente más claras, pero sobre todo, fijaros en la forma de las puntas. Las de los dedos de la hembra presentan una ligera bilobulación en forma de corazón, mientras que la del macho tiene el borde liso y curvo.



Sin embargo, no suele ser raro entre los machos de D. tinctorius "azureus" y otras variedades de tinctorius, que sus puntas en lugar de ser lisas y curvas, sean bilobuladas, de idéntica forma a la que tienen las hembras (aunque de mayor tamaño), con lo cual resulta mucho más difícil sexarlos. Pero para eso está el siguiente punto, que es infalible.

Entre las hembras, podemos encontrar dos morfologías, que yo he denominado "hembra tipo normal" y "hembra tipo dedona".

Las hembras "normales" tienen las puntas de los dedos pequeñas, bilobuladas y notablemente más oscuras que los machos. Las hembras "dedonas" tienen también puntas bilobuladas, pero de gran tamaño, similares a las de los machos, y mucho más claras, con lo cual, a un ojo no experto, puede darle la apariencia de macho.




La proporción de los dedos:

Tal y como he comentado antes, no debemos pensar que toda dendrobates "dedona" (con las puntas de los dedos grandes) es un macho, porque podemos equivocarnos. No sólo me han comentado criadores que han tenido hembras confirmadas que presentaban dedos enormes, sino que yo misma he tenido dos hembras tinctorius brasil, una de dedos pequeños y otra dedona.

Así que el tamaño de los dedos NO nos garantiza que sea un macho, pues puede ser una hembra de dedos grandes ... lo que nos lo indica fielmente es la PROPORCIÓN de los dedos de las patas delanteras con respecto a las traseras:

- En las hembras, las puntas de los dedos delanteros son 1-1,5 veces más anchas que las traseras.

- En los machos, sin embargo, las puntas de los dedos delanteros son de 2 a 3 veces mayores que las traseras.

Puede ser una diferencia visual muy sutil, que cuesta al principio verla, pero es una forma certera para sexar dendrobates de más de 3 cm, aún cuando no han llegado siquiera a la edad adulta. Gracias a ello, aunque una hembra pueda ser "dedona", si nos fijamos en las puntas grandes de sus dedos delanteros, son prácticamente poco más anchas que las traseras. Así no confundiremos a una de estas hembras de grandes dedos con un macho.

Vamos a ver algunas fotografías tomadas especialmente de forma frontal y con la rana agachada, para que nos expliquen visualmente lo que hemos comentado y vosotros mismos podréis intentar adivinar el sexo.


En este caso se trata de un ejemplar adulto, empezaremos fijándonos en sus patas delanteras. Las puntas parecen grandes, pero si las comparamos con las de las patas traseras, vemos que son apenas un poco más grandes. En cuanto a la forma, apreciamos que son ligeramente bilobuladas. Así que, efectivamente, los que habéis pensado que se trataba de una hembra, habéis acertado.

Veamos la siguiente foto:









También se trata de una dendrobates adulta; vamos a fijarnos en sus patas delanteras: presenta unas puntas de dedos grandes, que además, si las comparamos con las traseras, vemos que son el doble de anchas. Fijándonos también en los dedos 3-4 sobre todo, veremos que claramente tienen el borde curvo y liso, sin bilobulación. Además, ahora si comparamos el color de las puntas con las de la hembra de la foto anterior, veremos que son mucho más claras. Efectivamente, se trata de un macho.

 ¿Qué tal os ha ido?? Espero que bien ... porque vamos a pasar a intentar sexar tinctorius juveniles de poco más de 2 cm, utilizando las mismas pistas. Os presento a algunas de las jóvenes D. tinctorius "Saul".

 


Observad las puntas de los dedos de las patas delanteras: anchos, claros, con borde curvo y liso y el doble de grandes que los de la pata trasera. Un machito, sin duda.



Fijaros primero en el ejemplar de la derecha: las puntas de los dedos de la pata delantera son pequeñas, ligeramente bilobuladas y prácticamente del mismo tamaño que las traseras. Observad ahora el ejemplar de la izquierda: las puntas de sus dedos son mucho mayores y más claras que las del ejemplar de la derecha, pero sin embargo, son también ligeramente bilobuladas. Se trata, efectivamente, de una comparación perfecta entre una hembra "tipo normal" (el ejemplar de la derecha) y una hembra "tipo dedona" (la de la izquierda). Comparad las puntas de sus dedos con los del macho que aparece al fondo, y que es el mismo de la foto anterior.


b.) Diferencias sexuales en las dendrobates arborícolas:

Las dendrobates que clasificamos como arborícolas no suelen superar los 2 cm de longitud. Puede parecer muy difícil debido a su tamaño intentar distinguir algún tipo de diferenciación sexual externa, pero lo cierto es que en ejemplares adultos puede ser bastante sencillo.

Como hemos comentado anteriormente, el comportamiento territorial de muchas de estas especies nos puede ayudar a sexarlas incluso de forma mucho más segura que su aspecto externo. Pero dado a que las hembras se suelen tolerar sin problemas, nos puede entrar la duda con respecto a una pareja.

Lo que sí comparten estas ranitas, incluso de géneros diferentes, es una diferencia en la forma general y en el tamaño.

Las hembras suelen ser mayores que los machos, sobre todo en el género Ranitomeya. Pueden llegar a medir cerca de los 2 cm, mientras que los machos raramente superan el 1,5 cm.

Pero la característica más notable es la forma de su cuerpo:

- Las hembras adultas tienen forma de "guitarra", mucho más anchas y redonditas por la zona del abdomen. Su anchura es muy patente cuando están a punto de desovar.

- Los machos tienen forma de "ocho", poco más anchos en la zona del abdomen con respecto a la cabeza.

Vamos a ver algunos ejemplos:

Ranitomeya imitator "red", compárese claramente la forma de "guitarra" de la hembra (izquierda) con la del macho (derecha). 

Oophaga pumilio "Almirante", también muestran claramente la típica forma de "guitarra" de la hembra y la de "ocho" del macho.

Puede que nos parezca fácil al ver las comparaciones, pero realmente no lo suele ser. Cuando tenemos varios ejemplares o una pareja sexada, resulta mucho más fácil comparar con otros ejemplares y ver las diferencias, pero cuando sólo se tienen dos ranas, resulta mucho más complicado y más si no se tiene experiencia.

En cierto modo diré que si vemos un ejemplar bien gordito, con la típica forma de guitarra, casi seguro será una hembra. Aunque algunos machos también son muy gorditos. Otro pequeño truco es observar si le cuelga el saco vocal en la garganta, en ese caso será un macho. Pero sin embargo, podemos confundir fácilmente a una hembra delgada con un macho. Sólo cuando tengamos ejemplares muy sanos y bien alimentados, podremos estar realmente seguros de sexarlos por la forma.

Bonito ejemplar de Ranitomeya ventrimaculata hembra, podemos apreciar claramente que es un ejemplar adulto, preparado para desovar.

 

2. REPRODUCCIÓN DE DENDROBATES.

Ahora que ya podemos intentar sexar nuestras dendrobates, una vez tengamos ya la pareja confirmada, intentaremos conseguir que su hábitat sea lo más adecuado para que se produzca por fin la tan esperada puesta.

La forma de reproducción, la cantidad de huevos y el lugar de puesta varía mucho dependiendo de la especie de que se trate, así que vamos a intentar explicarlo brevemente.



 A. REPRODUCCIÓN DE DENDROBATES TERRESTRES.


Aunque puede haber ligeras diferencias según las especies, de modo general podemos resumirlo así:


1) CORTEJO.

Los machos escogen un lugar de puesta adecuado, y desde el mismo sitio o desde cualquier parte del terrario, cantan para llamar la atención de la(s) hembra(s). La hembra, gordita y cargada de huevos, puede ignorarle totalmente o prestar atención, pero si está interesada, se acercará al macho cantante y le demostrará su interés acariciándole con la pata delantera la espalda. Esto se puede prolongar un buen rato, cantando el macho y la hembra poniéndole la pata en la espalda.

 
El macho (izquierda) de tinctorius "brasil" ha conseguido llamar la atención de la hembra, que se acerca a escucharle cantar.

La hembra, interesada, se coloca detrás y frota su pata delantera sobre la espalda del macho. Otra segunda hembra (detrás) también se ha acercado a escuchar.

Cortejo de Phyllobates terribilis. La hembra acaricia con su pata la parte trasera del macho que canta.


b.) LUGAR DE PUESTA.

Una vez el macho está seguro del interés de la hembra, irá al lugar de puesta que él ha escogido, y la hembra le seguirá sin dudarlo.

Las dendrobates terrestres suelen depositar sus huevos sobre superficies húmedas, en su hábitat natural generalmente sobre hojas en el suelo, en sitios con algo de cobertura por la parte superior. Nosotros podemos ofrecerles otras opciones como lugar de puesta que nos permitirán un mejor control de los huevos y nos facilitarán su recogida.

Una de las opciones es una caseta comercial que tiene una base de plástico, que mantendremos húmeda. La otra opción puede ser una placa de Petri o cualquier tipo de tapa de plástico, con una cobertura superior, que puede ser desde una corteza de tronco o una media cáscara de coco con un recorte como puerta. De la misma forma, también la mantendremos húmeda.

Podemos poner varios de estos refugios (y de hecho, es recomendable) en varios lugares del terrario, para que tengan donde elegir, a diferentes temperaturas. Si tenemos más de un macho, suele ser muy común que se repartan las casetas de puesta y que sea la hembra la que los visite para escoger.
 
Pareja de D. tinctorius "brasil", en una caseta comercial con base de plástico.

Pareja de D. tinctorius "brasil" en una caseta de cáscara de coco sobre una placa de Petri.


c.) DESOVE, CUIDADOS PATERNALES Y DESARROLLO DEL RENACUAJO.

Una vez están en el sitio elegido, la hembra depositará los huevos y el macho los fertilizará, aunque en ocasiones no lo suele hacer en el mismo momento en el que la hembra los deposita, por lo que debemos dejarlo tranquilo y no molestarlo para que realice su labor.

Es tremendamente común, por desgracia, que las primeras puestas no sean fértiles. No debemos desesperarnos, tarde o temprano lo serán, es sólo cuestión de paciencia.

La mayoría de las especies suelen poner entre 6 y 12 huevos, pero algunas como las P. terribilis, pueden llegar a poner hasta 30.

Los huevos, dejados a su suerte, serán cuidados únicamente por el padre, que tras mojarse, los mantendrá húmedos. Si no son fértiles, se volverán de color blanquecino y casi seguro sufrirán un ataque de hongos. Cuando eclosionen, el macho se acercará a los renacuajos, que increíblemente están programados instintivamente para subirse y aferrarse a su espalda.
Dependiendo de la especie, el padre puede trasladarlos de uno o uno o de varios en varios, siendo su destino una superficie de agua de tamaño indeterminado: generalmente suelen preferir pequeñas charcas en el suelo de la selva, aunque también oquedades en troncos. El macho bajará hasta el mismo borde del agua, dejando que se liberen los renacuajos.

Tuve la suerte de ver en un documental cómo un macho de tinctorius "nominat" ascendía un árbol de corteza lisa de más de 30 metros de altura con su renacuajo a cuestas para depositarlo en una oquedad llena de agua que había elegido como lugar de puesta otra especie de rana arborícola de mayor tamaño. El motivo no era más que que el renacuajo de tinctorius se alimentara tanto de los huevos como de los renacuajos de la otra especie que allí desovaba. El macho no había hecho el viaje al azar: sabía perfectamente que pronto habría una puesta pues había escuchado al macho de la otra especie cantar escuchando la vibración del tronco. Un comportamiento increíble y una proeza física impresionante del macho, sin duda.

La función del padre termina cuando deposita a sus renacuajos en el agua, después, ellos ya deben valerse por sí mismos. Los renacuajos de las dendrobates terrestres son omnívoros y comen absolutamente de todo, desde huevos y renacuajos hasta algas, pasando por cualquier cosa que caiga en la charca: insectos, larvas, fruta ...

Una vez terminada la metamorfosis, saldrán del agua como pequeñas réplicas en miniatura de sus padres y comenzarán a alimentarse de minúsculas presas.




2- REPRODUCCIÓN DE DENDROBATES ARBORÍCOLAS.

En cuanto a las dendrobates arborícolas, podemos decir que casi todas las especies generalmente tienen bastantes cosas en común, pero la diferencia más importante está en la alimentación de sus renacuajos, que veremos más detalladamente y por separado.


a.) CORTEJO.

El macho cantará para atraer a la hembra, pero generalmente será él el que se acerque y cante muy cerca suyo. Puede pasarse incluso meses cantando sin que la hembra le muestre el menor interés. A veces, en ocasiones, el macho le apoya su patita sobre la espalda para que le preste más atención (en algunas especies) y/o se acerca mucho a ella. La hembra, una vez interesada, le seguirá como un fiel perrito allá donde él vaya; mientras él seguirá cantando y haciendo simulacros de fertilización (agachándose y moviendo las patas traseras alrededor de ella). Esto puede prolongarse durante varios días hasta que finalmente se produzca el desove.

Cortejo de Ranitomeya imitator, el macho apoya cariñosamente la patita sobre la enorme y gordísima hembra mientras canta.

Cortejo de Ranitomeya ventrimaculata, la hembra, interesada, sigue al macho hacia la axila de la bromelia.



b.) LUGAR DE PUESTA.

Las dendrobates arborícolas, a diferencia de las terrestres, no ponen los huevos en el suelo. Su lugar de puesta preferido en su hábitat natural son las hojas de las plantas y los pequeños depósitos de agua que quedan en las axilas de las bromelias.

Hay dendrobates como las R. ventrimaculata que suelen depositar sus huevos en el agua, pero la mayoría lo suele hacer sobre la superficie de una hoja húmeda o muy cerca del agua.

En nuestros terrarios, las dendrobates arborícolas pueden depositar sus huevos sobre la superficie del cristal, sobre las hojas de las plantas o en el agua contenida en las axilas de bromelias, pero también les podemos ofrecer lugares de puesta mucho más prácticos para nuestro control. Se trata de los envases de plástico de los carretes de fotos. Podemos utilizar tanto los negros como los blancos, no suele haber preferencias realmente. Yo particularmente los utilizo blancos, porque los oriento mirando hacia el terrario para que ellas se sientan más tranquilas y no se distraigan si la abertura queda mirando hacia nosotros, y siendo de color blanco puedo ver si están dentro o no, ya que son algo traslúcidos, y si fueran de color negro no sabría si están dentro de los carretes y tendría que girarlos para encontrarlas y así molestarlas.

Hay gente que los utiliza negros y los orienta mirando hacia el frente, eso ya es cuestión de cada dendrobatero. También se pueden usar pequeños tramos de mangueras para filtros de acuario, verdes semitransparentes, doblados por la mitad. Son muy del gusto de las pumilio, les recuerdan a las axilas de las bromelias.

En cuanto a la inclinación del carrete con respecto al suelo del terrario, se pueden poner en vertical, en horizontal o en ángulo de 45ºC mirando hacia arriba. Eso también suele depender un poco de la especie, y podemos poner varios carretes en diferentes ángulos para que ellos escojan. Pero generalmente suelen tener buen éxito los que están en ángulo de 45ºC o casi horizontal.

Yo suelo hacer un agujero en el lateral a cada carrete y colocarle una ventosa, para así fijarlo al cristal, cerca de la pared del fondo. Ésto tiene la ventaja de que dependiendo de dónde pongan los huevos, podemos girarlo para dejarlo en horizontal con los huevos pegados en el lateral situados en la parte inferior, echar una gotita de agua y que moje todos los huevos por igual.

En el carrete echaremos un poco de agua, apenas una pizca en el caso de las especies que pegan sus huevos a las superficies, y algo más en el caso de las que los depositan en el agua. Revisaremos el carrete cada día e iremos reponiendo el agua en el caso de que se evapore.



Desove de una pareja de Ranitomeya imitator, podemos verlas tranquilamente a través del carrete de fotos.

Una vez han puesto los huevos, es cuando la cosa cambia notablemente en relación al cuidado paterno y la alimentación de los renacuajos. Vamos a verlos detalladamente:



c.) Reproducción de dendrobates arborícolas no comedoras de huevos:

En este grupo se encuentra la Epipedobates tricolor, una pequeña ranita que a pesar de su tamaño, suele poner un buen número de huevos, hasta 20 incluso, generalmente en hojas fuertes y anchas, a veces en carretes de fotos.

Cuando los renacuajos eclosionan, el macho los traslada (incluso a todos a la vez) a una charca de agua, donde ellos dependerán de sí mismos desde el primer momento, alimentándose de todo lo que encuentren comestible.
Los padres no intervienen más en el cuidado de los renacuajos ni en su alimentación.



d.) Reproducción de dendrobates arborícolas comedoras de huevos facultativas u opcionales.

En este grupo se encuentran las dendrobates del género Ranitomeya. La cantidad de huevos por puesta varía mucho dependiendo de la especie, así por ejemplo, R. ventrimaculata puede poner sin problemas 10 huevos o incluso más, algunas como la R. amazonica no pone más de 2 o 3 huevos por puesta.

Lo que sí tienen todas en común es que el cuidado de sus renacuajos va más allá del simple traslado por el macho a un sitio con agua. El macho permanecerá cerca de sus renacuajos y seguirá cantando para llamar a la hembra. Ésta acudirá y desovará en el agua donde se encuentran los renacuajos, pero el macho esta vez no fertilizará los huevos. Estos huevos, infértiles, que la hembra aportará cada semana, serán un alimento muy nutritivo para los renacuajos.

Pero los renacuajos no se alimentarán únicamente de los huevos infértiles de la hembra, sino que son omnívoros, y comerán cualquier cosa que también haya en la charca: larvas, insectos muertos, algas y otros animalillos. Por eso a estas dendrobates las llamamos "comedoras de huevos facultativas", siendo que ofrecen como alimento a sus renacuajos huevos infértiles, pero los renacuajos pueden alimentarse de cualquier otra cosa. La hembra seguirá depositando huevos hasta que los renacuajos abandonen el agua; entonces el macho buscará un nuevo lugar de puesta y ésta vez sí fertilizará los huevos, volviendo de nuevo a empezar.

Si retiramos los huevos a las dendrobates comedoras de huevos facultativas, podremos alimentar nosotros sin problema a sus renacuajos cuando eclosionen con cualquier tipo de comida para peces y sacarlos nosotros adelante. Esto tiene como beneficio el que automáticamente la siguiente puesta que hagan el macho la fertilizará, y si le retiramos también esos huevos, hará igual con la siguiente. Y nosotros, de mientras, cuidaremos a los renacuajos. Por tanto, podremos sacar muchos más renacuajos adelante que si se los dejamos al cuidado de los padres, quienes sólo harán una nueva puesta fértil cuando se hayan metamorfoseado los renacuajos de la primera.

Si dejamos los huevos al cuidado de los padres, ellos se encargarán de alimentarlo con los huevos infértiles, no se morirán de hambre. Es un comportamiento muy bonito de observar.

 
Preciosa foto que muestra a un macho de Ranitomeya imitator"red" vigilando a sus 3 huevos, que ya muestran la forma del renacuajo. Visitará el carrete todos los días para ver su evolución, hasta el momento en que eclosionen, cuando los transportará a un sitio con más agua.

Este renacuajo de Ranitomeya imitator lo descubrí en el agua de la parte central de la bromelia, junto a 9 huevos infértiles parcialmente devorados y unas cuantas drosófilas ahogadas. Sin duda estaba siendo cuidado por sus padres y su buen tamaño indicaba que tendría unas tres semanas de edad.

d.) Reproducción de dendrobates arborícolas comedoras de huevos obligatorias:

Existe un grupo de dendrobates que recientemente se ha clasificado en un grupo aparte (anteriormente entraban en el grupo Dendrobates) y su nuevo nombre, muy adecuado, es Oophaga. Entre ellas, la más conocida es Oophaga pumilio, una de las dendrobates más apreciadas. "Oophaga" significa, literalmente "comedora de huevos" y éste es el rasgo más característico de estas ranitas: sus renacuajos se alimentan únicamente de huevos no fértiles de su madre, no pudiéndose alimentar de ninguna otra cosa. Son, por tanto, comedoras de huevos obligatorias, a diferencia de las Ranitomeya, cuyos renacuajos además pueden comer otros alimentos.

Realmente no son más difíciles de mantener que otras dendrobates, de hecho, al criar ellos mismos a sus renacuajos, no hace falta que nosotros nos ocupemos de nada. Es su precio, generalmente alto, lo que las reserva a dendrobateros más experimentados; pero su mantenimiento, siguiendo las recomendaciones adecuadas, es exactamente igual a muchas otras dendrobates. Generalmente se recomiendan terrarios ligeramente más grandes y altos que para otras especies de arborícolas. Se aconsejan mantener en parejas o tríos, ya que los machos son muy territoriales.

Suelen depositar sus huevos (de 3 a 10) en las axilas de las bromelias (preferentemente) o en carretes de fotos. Una vez eclosionan, la hembra (y no el macho) los transporta a un lugar con más agua. Puede repartir los renacuajos en varios lugares para facilitar su supervivencia. Después los visitará con regularidad y depositará huevos infértiles que serán su único alimento hasta que reabsorban la cola y se conviertan en ranitas.

Todos los intentos por fabricar un sustituto alimenticio de los huevos de Oophaga han fracasado, así que para disfrutar de estas preciosas ranitas, debemos dejar a la naturaleza a su ritmo y que sean sus padres los que se encarguen de su cuidado. Esto explica su precio más elevado que el de otras dendrobates comedoras de huevos facultativas: sólo se pueden sacar muy pocas puestas al año: las que cuiden los padres.

Una vez metamorfoseadas, la duda suele ser si dejarlas con sus padres en el terrario o trasladarlas a un terrario-guardería. Eso suele depender del criador.


Oophaga pumilio "almirante" transportando su renacuajo.

Ranita de Oophaga pumilio "almirante" recién metamorfoseada. Junto a su hermano patrulla el territorio de sus padres en busca de pequeñas presas como colémbolos. Mide tan sólo 3 mm.

Ahora vamos a la tercera parte, donde os muestro paso a paso, la metamorfosis desde huevo hasta rana, tomando como ejemplo a una arborícola, la Ranitomeya imitator "red". Espero que os guste.



3. DESARROLLO Y METAMORFOSIS DE DENDROBATES.

Realmente la primera puesta de dendrobates que tuve ni siquiera me dí cuenta de ella: fue aquél renacuajo que encontré de casualidad dentro de una bromelia. Lo puse en un pequeño taper con agua y lo saqué adelante sin ningún problema.

En cuanto hube retirado al renacuajo, para tremendo disgusto de sus padres (el macho se pasó todo el día buscándolo), enseguida hicieron una nueva puesta dentro de uno de los carretes de fotos.

Los huevos recién puestos de R. imitator tienen el centro negro, y si son fértiles, van cambiando poco a poco hasta volverse totalmente de color blanco-grisáceo.
Esto es curioso, porque en la mayoría de las dendrobates, los huevos tienen el centro negro, luego si son fértiles evolucionan en dos polos negro-blanco, para volverse posteriormente negros y aparecer el embrión. Si son infértiles, se vuelven de color blanquecino y les suelen aparecer hongos.
Únicamente los huevos de R. imitator y también los de A. galactonotus, son la excepción, primero son oscuros y si son fértiles se vuelven blanco-grisáceos, no debemos confundirlos con huevos infértiles.




Huevos fértiles de Ranitomeya ventrimaculata; al igual que los de la mayoría de las dendrobates, tienen el centro de color negro.

Ahora os muestro el desarrollo cronológico de los huevos, que puede variar dependiendo de la temperatura a la que los mantengamos. También tenemos que tener en cuenta que en el caso de las dendrobates terrestres, tanto el desarrollo embrionario como el crecimiento de los renacuajos es mucho más lento que el de las arborícolas, que se desarrollan muy rápidamente.

En todas las puestas que he tenido de estas ranitas, siempre les he retirado el carrete con los huevos a la noche o al día siguiente. Les coloco un carrete exactamente igual en el mismo lugar, y pongo el carrete con los huevos en otro terrario (con otras dendrobates) pegado al cristal con una ventosa y un alambre circular, de forma que los huevos (que depositan siempre pegados al carrete, generalmente en el lateral) queden en la parte inferior, en horizontal.
Y les añado unas gotitas de agua, que mantengan la humedad alrededor de los huevos, pero nunca debe cubrirlos.

Sobre si es necesario añadir un antihongos a los huevos, bueno, podría ser recomendable. Yo he utilizado el eSHa2000, que se vende para tratar enfermedades de los peces, diluyéndolo a la dosis recomendada: 1 gota por 10 l de agua mineral de buena calidad, tomo una botella y de ella voy añadiendo a los huevos según se va evaporando.
Otra opción de antihongos muy utilizada entre los dendrobateros es usar agua con taninos, pues tiene un pH bajo y la acidez evita la aparición de hongos. Ese agua se puede conseguir hirviendo un poco de turba, fibra de coco u hojas secas, dejándola enfriar y colando después.

El motivo de mantener los huevos en otro terrario es, primeramente, para evitar que los localicen sus padres, que el macho se nos adelante y que cuando nos demos cuenta, se haya llevado ya algún renacuajo recién eclosionado a la bromelia. Es mejor un terrario y no una incubadora porque en un terrario es donde las condiciones de temperatura son más adecuadas: los huevos no necesitan una temperatura alta constante, es perfecto que sientan las variaciones de temperatura de día y de noche, siempre que estén dentro de los rangos aceptables (no menos de 22-24ºC de noche y no más de 28ºC de día). Debemos vigilar los huevos a diario y añadir las gotitas de agua necesarias para evitar que se sequen.

Día 1:
Los huevos, recién puestos, tienen el centro de color negro. En el caso de la Ranitomeya imitator, suele poner muy pocos huevos por puesta, tan sólo de 1 a 5, con un intervalo mínimo de 1 semana entre cada puesta. Estos 4 huevos, de los que veremos la evolución, son un excelente número, pero esta hembra nos sorprendió a todos haciendo una última puesta de 6 huevos, todo un récord, ni siquiera mencionado en libros. A las pocas horas, si son fértiles, comienzan a ponerse mitad blancos, mitad negros, como los de la imagen.



Día 3:
Al segundo día, podemos ver claramente una línea que cruza el centro del huevo, es el embrión en desarrollo. Al tercer día, podemos apreciar ya claramente cómo se empieza a alargar para formar el cuerpo del renacuajo. Nos fijaremos también que el embrión es de color blanco-grisáceo, característica de las imitator, a diferencia de los de la mayoría de dendrobates, que mantienen el color negro.




Día 6:
Para el sexto día ya es totalmente apreciable la forma de los renacuajos y lo que es curioso: empiezan a moverse dentro de los huevos. También son fácilmente visibles los vasos sanguíneos que nutren al embrión.



Día 10:
Los renacuajos comienzan a moverse más y más dentro de los huevos, y finalmente, para el décimo día, los primeros comienzan a abandonarlos. Es el momento que espera el macho para recogerlos y transportarlos. En la foto podemos ver cómo el primero ya ha conseguido romper la membrana del huevo y salir.




Como hemos dicho antes, el desarrollo del huevo depende de la temperatura y también de la especie. Por ejemplo, la eclosión en D. tinctorius suele ser a los 18-20 días, una semana después de que lo hagan los renacuajos de Ranitomeya.

A partir de aquí vamos a ver día a día el desarrollo del renacuajo hasta completar su metamorfosis. Sobre si ayudar a los renacuajos a romper la membrana del huevo, es también discutible, pero yo os diré que muchas veces lo he tenido que hacer. Una vez han eclosionado algunos, retiro esos renacuajos y espero al día siguiente. Si no han salido sus hermanos, entonces hago un pequeño cortecito con un cuchillo afilado en una esquina de la membrana y saco al renacuajo. Ya que a veces no pueden romper la membrana y salir. El renacuajo resulta ileso en el proceso.

Al salir del huevo:

Día 1:
Recién eclosionados, los renacuajos son minúsculos, pero tremendamente fuertes y resistentes, pues deben aguantar sin problemas el viaje aferrados a la espalda de su padre, o a mi dedo, como se ve en la imagen: su instinto es muy fuerte. Cuando los saco del huevo, me gusta dejarlos un poco fuera del agua, como haría su padre, para que tomen su primera bocanada de aire. Es importante que tomen este aire antes de echarlos al agua; normalmente cuando eclosionan, lo suelen hacer. Durante los dos primeros días tras la eclosión no se alimentan, pues tienen reservas de su saco vitelino.


Los renacuajos respiran por branquias; pero al igual que algunos peces de fondo, como los loricáridos, son capaces de extraer oxígeno del aire a través de su aparato digestivo. Suben a la superficie a tomar bocanadas de aire de vez en cuando, es una adaptación indispensable en las aguas estancadas y pobres en oxígeno en las que viven.

Sobre el sistema más adecuado para mantener a los renacuajos, hay tantas opiniones como criadores consultemos. Los criaderos a gran escala del norte de Europa utilizan cientos y cientos de recipientes individuales de entre 100 y 200 ml de capacidad y cambian el agua con frecuencia (o no la cambian). Otros utilizan recipientes algo mayores, añaden plantas acuáticas y luz y no cambian el agua nunca. Para este sistema, la habitación no tiene que ser demasiado fría.
El problema de utilizar recipientes individuales sólo con agua, es que la comida que se descompone genera amoniaco, y aunque los renacuajos son bastante resistentes, requiere cambios de agua al menos diarios o cada dos días y no descuidarnos con el exceso de comida. El agua que utilicemos para los cambios debe estar a la misma temperatura, además. Podemos usar agua levemente ácida (hervir agua de mineralización muy débil, como la de Bezoya) con un poco de fibra de coco o turba y dejar enfriar. El agua de lluvia es blanda, así que no aconsejo otro tipo de agua mineral o agua del grifo dura.

Finalmente me decidí por otro sistema, basado en el mantenimiento de acuarios. Utilicé un taper de plástico grande, de las tiendas de todo-a-cien, de unos 25l.



Coloqué un calentador de acuario de 25W programado a 26ºC (comprobad siempre antes la temperatura con un termómetro) conectado a un programador normal y corriente sólo durante el día. Así durante el día comenzaba a calentarse el agua progresivamente, y durante la noche, descendía ligeramente, al no estar conectado el programador. La variación no era muy grande, pero sí muy recomendable, por simular a la naturaleza.

En el agua coloqué flotando varias parideras flotantes para peces ovíparos, de plástico rígido, con divisores hechos de trozos de plástico fuerte para mantener a los renacuajos de forma individual. Lo más importante era que el conjunto contaba con un pequeño filtro interior de esponja para acuarios, de la marca Micron, ya maduro. Así el agua circulaba por debajo de las parideras y lo que era más importante, las bacterias del filtro maduro neutralizarían automáticamente el amoniaco y los nitritos.

Este mismo sistema también se puede hacer usando vasos grandes de plástico perforados con agujeros, una forma mucho más barata.

Añadí a cada paridera un matojo de musgo de Java (cultivo sumergido) que no sólo proporcionaría cobijo a los renacuajos, sino que ayudaría a consumir los nitratos del agua. También se convirtió en hogar de algas y minúsculos animalillos como los copépodos.

Dado que hay una teoría que apunta a que los rayos UV son beneficiosos y que ayudarían a prevenir el "síndrome de patas de cerilla" en los renacuajos, yo coloqué un tubo fluorescente de 2.0 de UV sobre el taper renacuajero, para que cuando a punto de terminar su metamorfosis, al descansar sobre el musgo de Java, pudieran tomar este aporte de rayos. Si no, una bombilla compacta ahorradora tipo Reptiglo también podría servir.

 
Así te olvidas de tener que estar pendiente de no pasarte con la alimentación, pues sabes que los renacuajos nunca correrán el riesgo de morir por intoxicación de amoniaco. Y se reduce la necesidad de cambios de agua, con el consiguiente trabajo que esto lleva. Yo sólo cambiaba un cubo de agua cada semana, sifonando el fondo y reponiendo con agua limpia y declorada.

Hay una inevitable tendencia a mantener a cada renacuajo en un recipiente individual, dado que muchos son caníbales, sobre todo los comedores de huevos. Sin embargo, las especies terrestres no suelen tener este problema, y los renacuajos de terribilis, que suelen poner una enorme cantidad, se pueden mantener juntos tranquilamente.
Yo ideé la división en las parideras con la intención de mantenerlos de forma individual, cada uno en media paridera, por si acaso. Pero cuando la hembra hizo la puesta de 6 huevos, yo ya tenía más renacuajos crecidos de las puestas anteriores y evidentemente no tenía más espacio. Así que puse los 6 renacuajos juntos en la misma paridera y no observé ningún comportamiento caníbal en absoluto. Todos se desarrollaron sin problemas.


Día 7:
Los renacuajos ya han crecido notablemente (1,5 cm) pues ya llevan unos días comiendo. Los alimento a base de comida para peces en hojuelas de buena marca, con espirulina, alternando con gránulos. Lo cierto es que los renacuajos, siendo omnívoros, son de muy buen comer.
 



Día 21:
Desde la primera semana de vida hasta la tercera, lo único que notaremos es el increíble crecimiento de los renacuajos. Se van poniendo cada vez más grandes (2,5 cm) y comienzan a aparecerles los primeros brillos en la piel.
 


Día 32:
Al cumplir un mes, ya comienzan a desarrollarse las patas traseras, y los incipientes bultitos que darán lugar a las patas delanteras. También su coloración se acentúa, de hecho ya muestra sus manchas únicas que le distinguirán como adulto.

 


Día 41:
Las patas traseras ya se han desarrollado por completo y puede movilizarlas. Las delanteras están ya desarrolladas y a punto de atravesar la piel. Este renacuajo ya muestra casi totalmente su coloración de adulto y las preciosas patas azules heredadas de su padre. Observad el cambio en su cara: ya muestra "carita de rana", de hecho, ya ha dejado de comer, no debemos alimentarlo más.
 


Día 42:
Tarda entre 1 y 2 días en sacar las patas delanteras una vez ya están formadas, primero una, y luego, la otra. Ahora su cuerpo comienza a reabsorber la cola y a utilizar las proteínas para los grandísimos cambios que se producirán en su cuerpo para adaptarlo a la vida terrestre.
 


 
Día 47:
Como véis, su última etapa es muy rápida, la cola se reduce visiblemente día a día. Ya se ha producido la transformación de sus branquias en pulmones, que le permiten respirar aire. Ya no utiliza la cola para nadar, sino las patas traseras. Es bueno bajarles el nivel del agua o ponerles mucho musgo de Java para que puedan subirse y descansar emergidos, ya no son tan buenos nadadores (aunque si se asustan buscarán refugio en el fondo, aguantando la respiración) y necesitan estar en la superficie con más frecuencia. La coloración está ya totalmente desarrollada.




Últimos días acuáticos para estos hermanos: cuando apenas les queda ya cola, debemos pasarlos a un recipiente poco profundo dentro del terrario de guardería. Podemos observar que cada patrón de manchitas es único para cada dendrobates y les acompañará desde su nacimiento.

 



Día 49:
Llegó el gran día: esta pequeñaja se asoma desde el borde del agua, trepa y la abandona para siempre. Nunca volverá. Aún le queda un pequeño vestigio de esa pequeña colita, que en los siguientes días terminará de reabsorber, recuerdo del mundo acuático del que provino.


 
A descubrir un nuevo mundo ...


a.) Problemas relacionados con el desarrollo de los renacuajos:

Mencionaré brevemente los problemas que pueden darse durante la metamorfosis. Como he comentado antes, puede ocurrir que las primeras puestas, sobre todo de las terrestres, sean infértiles. He oído de compañeros que han estado todo un año sin conseguir puestas fértiles de tinctorius, hasta el año siguiente. Pero no debemos desesperar, puede que tarde o temprano lo consigamos.

Otro problema suelen ser los ataques por hongos, aunque generalmente afectarán a huevos no fértiles, pero debemos prevenirlos porque se pueden extender fácilmente a los huevos fértiles. La utilización del antihongos o del agua con taninos previene su aparición, pero ante la presencia de un huevo infértil con hongos, debemos retirarlo cuanto antes.

Otro de los problemas con los que me he encontrado son las malformaciones. No se sabe mucho si tienen influencias ambientales, si tienen relación con alguna deficiencia en la alimentación o son simplemente genéticamente portadas por sus padres. Una cosa cierta es que la endogamia y la consanguinidad entre los progenitores favorecería la aparición de ciertas alteraciones genéticas porque favorecería su expresión.

Entre los renacuajos que criaron la pareja de imitator me encontré con un par de ellos que no llegaron a desarrollar una pata trasera y otro que no desarrolló los dedos del pie. A ambos, por desgracia, los tuve que sacrificar, siendo que no podrían terminar su desarrollo normal.


Renacuajos con malformaciones: el de la izquierda, al que se ha dado la vuelta para que se aprecie mejor, carece de una pata trasera, y el de la derecha no ha desarrollado los dedos del pie izquierdo, además de observarse que el tamaño del cuerpo no es el adecuado.


Pero entre los problemas relacionados con el desarrollo de los renacuajos, el que más preocupa a los criadores es el "síndrome de patas de cerilla", más conocido por sus siglas en inglés "SLS" o "Spindly leg syndrome".

El SLS afecta a los renacuajos en su última etapa de metamorfosis y provoca que las patas delanteras no se formen adecuadamente, originando la mayoría de las veces unas extremidades delanteras muy finas y frágiles, de ahí el nombre, con articulaciones agarrotadas, que son ineficaces para sostener el cuerpo del animal. Esto termina inequívocamente con la muerte por inanición de la ranita por imposibilidad de cazar o moverse, o lo que suele ser más común, el sacrificio a tiempo por parte del criador.
Unos datos de investigadores europeos (1995) indicaban que el síndrome podía estar causado por un fallo genético. El gen implicado en la formación de las patas delanteras es el XLHBox 1, y se puede crear artificialmente el SLS, si producimos una disrrupción en ese gen. Sin embargo, el motivo por que esa disrrupción se producía espontáneamente no se conoce, ni siquiera si se produce en los propios huevos durante las primeras etapas, o si viene ya directamente dado por los padres.

Curiosamente ese mismo gen está implicado en la enfermedad de los humanos conocida como espina bífida, que es posible prevenir administrando durante el embarazo buenas dosis de vitamina E y ácido fólico. No se ha llegado a aplicar esta teoría en las ranas adultas que producían descendencia con SLS, pero tampoco se ha hecho un estudio siquiera con las dosis.

Así que como se desconocen realmente las causas del SLS, con lo que trabajan los científicos es con una serie de hipótesis:

- Unos opinan que ciertas sustancias tóxicas provenientes del plástico (de los recipientes en los que se mantienen a los renacuajos) o de la propia comida, actuarían como el disrruptor del gen XLHBox 1.
- Otros mantienen que es una deficiencia de minerales o vitaminas.
- Otros creen que el síndrome es una deficiencia genética causada por el excesivo entrecruzamiento entre animales emparentados.
- Unos creen que la excesiva temperatura de mantenimiento de los huevos o los renacuajos podría activar el síndrome.
- Otros creen que es por la falta de yodo, que afecta a la producción de las hormonas tiroideas.

Así que ha habido criadores que en base a estas teorías, han ido experimentando. Hugo Claessen, de Bélgica, comentó que sus renacuajos de Epipedobates mantenidos en un acuario con táperes de plástico habían tenido SLS mientras que los que estaban en una urna de cristal no mostraron ningún síntoma.
El Dr. Frenkel descubrió que a pesar de ofrecer buena cantidad de vitaminas y minerales, algunas de sus ranas murieron con signos de raquitismo (enfermedad causada por la deficiencia de vitamina D, lo cual provoca una deficiente calcificación de los huesos).
Eso le hizo observar que posiblemente hubiera un fallo de activación del metabolismo de las vitaminas y los minerales en sus ranas. Le hizo pensar que probablemente las dendrobates no estuvieran diseñadas para aprovechar las vitaminas y minerales diseñados para vertebrados superiores. Recomendaba proporcionarles esos materiales junto con una pequeña dosis de luz UV-A, para que ellas los pudieran aprovechar mejor, siendo que las dendrobates toman la luz del sol en pequeñas dosis en su hábitat natural. Ha habido más gente que se ha interesado por esta teoría y por lo que se ve, han obtenido buenos resultados. Sería interesante poder seguir contando con muchos más experimentos para ratificarlo.

Recientemente un compañero me ha mencionado que en una conferencia varios expertos veterinarios españoles asociaban el SLS a una infección fúngica. No deja de ser interesante tenerlo en cuenta.


b.) Del agua, a la tierra:

Durante los primeros días, la ranita recién metamorfoseada aún tiene que reabsorber la cola y por tanto, no se alimenta. Empezaremos a ofrecerle colémbolos, que son el alimento ideal para estas pequeñas; podemos espolvorearlos ligeramente en vitaminas y calcio, que necesitarán para su crecimiento. Los pulgones y los microgrillos recién nacidos también son un alimento interesante. Los terrarios-guardería son para mantenerlas controladas en todo momento y que encuentren fácilmente su comida: son terrarios pequeños, con muy escasa decoración, tan sólo una pared de fondo sin oquedades y una planta grande tipo Neoregelia como protección y refugio, plantada en un "huevo-maceta" o taper, que permita moverla si precisamos. En el caso de dendrobates terrestres, pondremos también una pequeña bañera con agua, la justa para que no puedan ahogarse. Como sustrato podemos usar simple papel de cocina, pero yo prefiero montarlo como terrario (arlita, el cable calefactor con la rejilla, sobre él una plancha de estropajo y cubrirlo todo con una capa de 2 cm de fibra de coco desmenuzada). La fibra húmeda aporta humedad y al cubrir todo completamente, les permite la caza de colémbolos sin que estos puedan esconderse. Como iluminación, yo recomiendo utilizar UV de 2.0 o 5.0, dependiendo si es muy cerrada la malla.



Terrario-guardería para un pequeño número de dendrobates terrestres o arborícolas, de 30x30x30 cm.


Según van creciendo las ranitas (muy rápidamente en el caso de las arborícolas, que en 4 meses ya han alcanzado su tamaño de adultas) podemos ir introduciendo en su dieta las pequeñas Drosophila melanogaster, y posteriormente, la hydei. Siendo juveniles, pueden ser mantenidas juntas durante los primeros meses, pues carecen de todo comportamiento territorial.


Y bueno, aquí nos despedimos, es el último artículo sobre las Dendrobates, hemos dejado el más bonito para el final. Espero que os haya gustado y que podáis disfrutar algún día del pequeño milagro de la metamorfosis.





7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Bravo Gaua!!!

¡Excelentes trabajos de divulgacion!

Un saludo

Anónimo dijo...

Impresionante guía felicidades

Anónimo dijo...

increible guia,precioso!!!

Anónimo dijo...

Enhorabuena por,el articulo. Una duda que me ha surgido .las ventrimaculata al poner sushuevos en el agua , hay que llenarles el carrete de agua? O les ponemos una placa petri con agua? Un saludo

Anónimo dijo...

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Unknown dijo...

recomendada esta guia, una preguntita el antihongo es 1 gota en 10 litros? y para el agua del renacuajo se usaria ese agua tambien?un saludo

Anónimo dijo...

Muy trabajado el articulo un 10.